De Cole a Cold, el hombre que vino del frío 

• Una historia con diferentes tonos de azul 

Por Carlo Marcantoni Mejía

carlomarcantoni@miamigoldeportes.com

𝐂𝐨𝐥𝐞 𝐏𝐚𝐥𝐦𝐞𝐫 𝐧𝐨 𝐞𝐬 𝐞𝐥 𝐭𝐢́𝐩𝐢𝐜𝐨 𝐟𝐮𝐭𝐛𝐨𝐥𝐢𝐬𝐭𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐚𝐩𝐚𝐫𝐞𝐜𝐞𝐧 𝐞𝐧 𝐥𝐚𝐬 𝐦𝐞𝐣𝐨𝐫𝐞𝐬 𝐣𝐮𝐠𝐚𝐝𝐚𝐬. 𝐍𝐨 𝐝𝐞𝐬𝐥𝐮𝐦𝐛𝐫𝐚 𝐜𝐨𝐧 𝐩𝐚𝐬𝐞𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐞𝐧𝐜𝐢𝐦𝐚 𝐧𝐢 𝐡𝐚𝐜𝐞 𝐩𝐢𝐫𝐮𝐞𝐭𝐚𝐬 𝐞𝐧 𝐥𝐨𝐬 𝐠𝐢𝐫𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐂𝐫𝐮𝐲𝐟𝐟. 𝐄𝐧 𝐜𝐚𝐦𝐛𝐢𝐨, 𝐣𝐮𝐞𝐠𝐚 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐬𝐢 𝐞𝐥 𝐭𝐢𝐞𝐦𝐩𝐨 𝐬𝐞 𝐫𝐚𝐥𝐞𝐧𝐭𝐢𝐳𝐚𝐫𝐚 𝐜𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐥 𝐛𝐚𝐥𝐨́𝐧 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚 𝐚 𝐬𝐮𝐬 𝐩𝐢𝐞𝐬, 𝐜𝐨𝐧𝐠𝐞𝐥𝐚́𝐧𝐝𝐨𝐥𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐮𝐧𝐚 𝐜𝐚𝐥𝐦𝐚 𝐭𝐚𝐧 𝐠𝐞́𝐥𝐢𝐝𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐞 𝐯𝐚𝐥𝐢𝐨́ 𝐞𝐥 𝐚𝐩𝐨𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐂𝐨𝐥𝐝. 

Mientras otros persiguen el caos, Palmer encuentra el espacio. Donde la mayoría no ve nada, él detecta el pase inteligente. Donde otros dudan, se desliza hacia una zona de anotación y la clava con un pase disfrazado de disparo, o un disparo disfrazado de poesía.

Nacido en Wythenshawe, uno de los distritos más duros de Manchester, Palmer comenzó a llamar la atención al instante con su talento y se unió a la cantera del Manchester City a los ocho años. Allí, rodeado de talento de talla mundial, Palmer se vio obligado a aprender a esperar el momento oportuno. Mientras otros se lanzaban a las cesiones o se marchaban, él se quedaba, esperaba, perfeccionando su técnica y esperando la oportunidad adecuada. Nunca fue el más ruidoso del vestuario ni el más dominante físicamente, pero poseía esa rara cualidad: hacía que el juego se ralentizara a su alrededor. Jugaba con una calma indeseable para su edad.

Durante una década en la cantera del Etihad, ascendió de categoría de forma constante y silenciosa, ganándose el respeto de los entrenadores por su disciplina, madurez y esa zurda letal.
Jugando para el que podría decirse que es el club más exitoso de la historia reciente, y bajo la dirección de Pep Guardiola, con jugadores como Foden, Mahrez y Grealish en la plantilla, Cole no contaba con oportunidades frecuentes. 

Eran escasas, pero preciadas. Palmer las aprovechó al máximo cuando se presentaron, marcando en la Carabao Cup e incluso en la Champions League contra el Brujas. Pero con la plantilla del City repleta de jugadores de su generación, sus minutos siempre fueron limitados. Entonces llegó el mercado de fichajes de verano de 2023. En un traspaso impactante que dejó a muchos desconcertados, el joven prodigio del City, con poca formación, dejó el club de su infancia para unirse al Chelsea, un club sumido en el caos, con constantes fichajes y frecuentes cambios de entrenador. Para algunos, parecía otra de las compras impulsivas de Todd que finalmente no conduciría a nada. Pero desde la sombra del vestuario del campeón de Europa, vio potencial en la oportunidad que se le había presentado, y resultó ser el salto al estrellato que había estado esperando pacientemente.

Lo que siguió fue nada menos que una revelación. En una temporada caótica, con cambios de entrenador y resultados inconsistentes, Palmer se convirtió en la calma en la tormenta del Chelsea. Marcó 22 goles de liga en su primera campaña con los Blues y dio muchas otras asistencias. Metiendo penaltis con la sangre fría, marcó su gol más icónico en el minuto 95 del primer partido contra su antiguo club, en un thriller que terminó con cuatro goles para cada uno. Cuando el Chelsea parecía perdido, Palmer parecía concentrado. No solo jugó bien, sino que lideró. Silenciosamente. Con eficacia. Como un general que no necesitaba gritar para imponer respeto.

Su temporada 2023-24 terminó de forma desgarradora contra Inglaterra, perdiendo 2-1 en la final de la competición europea de 2024 tras anotar el empate desde lejos, minutos antes de que Oyarzabal marcara el dramático gol de la victoria en los últimos minutos, sellando el resurgimiento de España como un gigante europeo.

• 𝐂𝐚𝐦𝐩𝐞𝐨́𝐧 𝐌𝐮𝐧𝐝𝐢𝐚𝐥 𝐝𝐞 𝐂𝐥𝐮𝐛𝐞𝐬 

Dos extraordinarios goles y una asistencia contra el poderoso Paris Saint Germain en la final de la primera edición del Mundial de Clubes culminaron una campaña sobresaliente del Hombre de Hielo, que ganó el premio al Mejor 

Jugador del Torneo y llevó a su club a la gloria. Recordó al mundo por qué ahora es una fuerza a tener en cuenta, sin dar señales de detenerse, mientras enviaba un mensaje simple: el Chelsea ha vuelto y va en serio.

¿Qué le espera a Palmer, el «Frío»? El Chelsea ha recuperado el dominio tras aparentemente superar lo peor de sus recientes dificultades, ganando la UEFA Conference League y el Mundial de Clubes en tan solo tres meses y ganándose el derecho a regresar a la Champions League tras varios años en las competiciones europeas inferiores. 

Ha sido galardonado con el icónico dorsal 10 de Mudryk, ha ganado varios premios personales importantes en competiciones internacionales e Inglaterra lleva casi una década a punto de ganar un gran trofeo internacional. ¿Será él parte del eventual ascenso de Inglaterra? El tiempo lo dirá. Pero hasta entonces, disfrutaremos de su serenidad gélida, sus entrevistas directas y su icónica celebración de «tengo frío». No tenemos dudas: tiene todos los ingredientes para convertirse en uno de los grandes de todos los tiempos.

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