𝐏𝐚𝐨𝐥𝐨 𝐆𝐮𝐞𝐫𝐫𝐞𝐫𝐨: 𝐄𝐥 ❞𝐃𝐞𝐩𝐫𝐞𝐝𝐚𝐝𝐨𝐫❞

• Autor del gol con que el Corinthians de Brasil se coronó campeón mundial de clubes frente al Chelsea de Inglaterra en el 2012. Máximo anotador en las Copa América de 2011 y 2015.

Por Alvaro Mejía

alvaromejia@miamigoldeportes.com

𝐂𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐁𝐨𝐭𝐚𝐟𝐨𝐠𝐨 𝐝𝐞𝐫𝐫𝐨𝐭𝐨́ 𝐩𝐨𝐫 𝟏-𝟎 𝐚𝐥 𝐏𝐒𝐆 𝐞𝐥 𝐩𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨 𝟏𝟗 𝐝𝐞 𝐣𝐮𝐧𝐢𝐨 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐌𝐮𝐧𝐝𝐢𝐚𝐥 𝐝𝐞 𝐂𝐥𝐮𝐛𝐞𝐬, 𝐥𝐚 𝐦𝐞𝐦𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐦𝐮𝐜𝐡𝐨𝐬 𝐯𝐢𝐚𝐣𝐨́ 𝐚 𝟏𝟑 𝐚𝐧̃𝐨𝐬 𝐚𝐭𝐫𝐚́𝐬, 𝐜𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐟𝐮𝐞 𝐥𝐚 𝐮́𝐥𝐭𝐢𝐦𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐪𝐮𝐞 𝐮𝐧 𝐜𝐥𝐮𝐛 𝐬𝐮𝐝𝐚𝐦𝐞𝐫𝐢𝐜𝐚𝐧𝐨 𝐝𝐞𝐫𝐫𝐨𝐭𝐨́ 𝐚 𝐮𝐧 𝐜𝐥𝐮𝐛 𝐞𝐮𝐫𝐨𝐩𝐞𝐨. 𝐅𝐮𝐞 𝐧𝐚𝐝𝐚 𝐦𝐞𝐧𝐨𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐟𝐢𝐧𝐚𝐥 𝐝𝐞𝐥 𝐦𝐢𝐬𝐦𝐨 𝐭𝐨𝐫𝐧𝐞𝐨 𝐞𝐥 𝐚𝐧̃𝐨 𝟐𝟎𝟏𝟐, 𝐪𝐮𝐞 𝐠𝐚𝐧𝐨́ 𝐞𝐥 𝐂𝐨𝐫𝐢𝐧𝐭𝐡𝐢𝐚𝐧𝐬 𝐚𝐥 𝐂𝐡𝐞𝐥𝐬𝐞𝐚 𝐩𝐨𝐫 𝐞𝐥 𝐦𝐢𝐬𝐦𝐨 𝐦𝐚𝐫𝐜𝐚𝐝𝐨𝐫. 𝐂𝐨𝐧 𝐞𝐥 𝐠𝐨𝐥 𝐝𝐞𝐥 𝐛𝐫𝐚𝐬𝐢𝐥𝐞𝐧̃𝐨 𝐈𝐠𝐨𝐫 𝐉𝐞𝐬𝐮́𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐞𝐥 𝐭𝐫𝐢𝐮𝐧𝐟𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐁𝐨𝐭𝐚𝐟𝐨𝐠𝐨, 𝐥𝐚 𝐩𝐫𝐞𝐧𝐬𝐚 𝐢𝐧𝐭𝐞𝐫𝐧𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐚𝐥 𝐫𝐞𝐜𝐨𝐫𝐝𝐨́ 𝐞𝐥 𝐜𝐚𝐛𝐞𝐳𝐚𝐳𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐩𝐞𝐫𝐮𝐚𝐧𝐨 𝐏𝐚𝐨𝐥𝐨 𝐆𝐮𝐞𝐫𝐫𝐞𝐫𝐨, 𝐠𝐨𝐥 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐞 𝐝𝐢𝐨 𝐞𝐥 𝐭𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐢𝐚𝐥 𝐚𝐥 𝐂𝐨𝐫𝐢𝐧𝐭𝐡𝐢𝐚𝐧𝐬. 𝐄𝐧 𝐥𝐚𝐬 𝐥𝐢́𝐧𝐞𝐚𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐢𝐠𝐮𝐞𝐧, 𝐫𝐞𝐜𝐨𝐫𝐝𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐚𝐥 𝐠𝐨𝐥𝐞𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐢𝐧𝐜𝐚.

José Paolo Guerrero González nació en Lima el 1 de enero de 1984. Si al nacer, le pusieron Paolo en honor al italiano Paolo Rossi, goleador y campeón del Mundial España 82, no podía tener un apellido más representativo de su carácter en la cancha, Guerrero. Y es que además de ser un goleador de raza, es un luchador indomable.

Se le conoce como «el Depredador» por su instinto goleador y liderazgo en la cancha. Así, ha sido el alma de la selección peruana durante dos décadas y es un referente del fútbol sudamericano. Si bien su gol para el campeonato mundial de Corinthians lo vio todo el mundo, es otro gol el que retrata fielmente la figura de Paolo Guerrero. El año 2017, se enfrentaban Perú y Uruguay en el Estadio Nacional de Lima por las clasificatorias. Uruguay iba ganando 1-0. Un pase largo desde el fondo deja al peruano frente al defensa Diego Godín, Paoloadelanta la pelota con la cabeza, supera en potencia al charrúa (que cae al piso producto de su supremo pero infructuoso esfuerzo por alcanzar al ariete), queda solo ante el arquero y con un zapatazo de derecha, marca el empate para Perú. Más tarde, intervendrá dando un pase de cabeza a Flores para el triunfo de la bicolor.

El Perú no iba a la Copa Mundial desde hacía 36 años y ese partido fue uno de los peldaños para alcanzar la clasificación a Rusia 2018. La selección peruana, que tuvo un mal inicio en esas eliminatorias, a lo largo de ese proceso se fue convirtiendo, bajo el liderazgo de Paolo, que nunca da una pelota por perdida, en un equipo de once guerreros y cumplió así el sueño de los peruanos. Ese año Perú llegó hasta el puesto 10 en el ranking de la FIFA.

Paolo desciende de un linaje de futbolistas. Su tío abuelo, por solo dar un ejemplo, fue el delantero Óscar “Huaqui” Gómez Sánchez, que del Alianza Lima pasó a ser estrella de River Plate y de Gimnasia y Esgrima, de Argentina. Paolo llegó a los 7 años de edad a las divisiones menores de Alianza Lima. Ahí, va a conocera otro futuro crack, Jefferson Farfán, se hicieron íntimos amigos y se prometieron de niños llegar un día al mundial jugando por la selección peruana.

Esa promesa merece mención aparte. El 2017, clasificado Perú para jugar el repechaje hacia Rusia 2018 ante Nueva Zelanda, la FIFA castigó a Paolo suspendiéndolo al haber dado positivo en un examen antidopaje. Además del estupor de los hinchas por no contar con su jugador más representativo, fue un rompedero de cabeza para el técnico Ricardo Gareca, otro de los artífices de la clasificación. Con inteligencia, el argentino replanteó su equipo y puso en su reemplazo a Farfán, que había estado en banca pero que podía equiparar la gran potencia física y buen juego de Paolo. Farfán marcó el gol inicial ante Nueva Zelanda y en su emotiva celebración, con lágrimas en los ojos, recogió de manos de un hincha la camiseta 9, la de su compadre Paolo, y la exhibió ante el público. Tras un largo proceso, la defensa legal de Paolo consiguió que él también juegue el mundial y hasta anote un gol. Promesa cumplida.

Del Alianza Lima, donde no alcanzó a debutar en la categoría profesional y con 18 años, Paolo saltó al Bayern Münich, equipo con el que llegó a ganar dos veces la Bundesliga, en las temporadas 2004/05 y 2005/06. Tras un paso por el Hamburgo, se fue al Corinthians, donde contribuyó al título en el Mundial de Clubes, ganando además la CONMEBOL Recopa en 2013 y el Brasileirao en 2015. Además, con Flamengo fue uno de los 59 jugadores nominados al Balón de Oro, con Internacional fue subcampeón de la Copa Brasil 2019. En total, sumó 77 goles y 28 asistencias en 206 partidos en Brasil. Y el 2023, consiguió otro título internacional con Liga Deportiva Univesitaria, de Quito, al ganar la CONMEBOL Sudamericana.

Con la selección peruana, su trayectoria es impresionante: además de jugar el mundial de Rusia, es el jugador peruano que más veces ha participado en la historia de la CONMEBOL Copa América, pues ha sido protagonista en seis ediciones del certamen de selecciones más antiguo del planeta (2007, 2011, 2015, 2016, 2019 y 2024), disputando un total de 28 encuentros. Con la selección peruana, acumuló 125 partidos y dejó una huella imborrable con 40 goles, que lo consagran como el máximo anotador de todos los tiempos en la ‘Bicolor’.

El año 2019 fue un hito en su carrera cuando Perú alcanzó el subcampeonato, jugando la final con Brasil, y él brilló como máximo goleador (en empate con el brasileño Everton), logro que ya había conquistado antes, en 2011 y 2015 (en este último caso, compartido con el chileno Vargas). Con 14 goles en total a lo largo de sus participaciones, su nombre figura entre los cinco máximos artilleros de toda la historia de la CONMEBOL Copa América.

Y citemos algunos otros de sus logros. El 2021, la IFFHS (siglas en inglés de Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol) lo incluyó en el equipo ideal de Sudamérica en la última década, entre los años 2010-2020 fue reconocido como el mejor centro delantero sudamericano (junto a Neymar y el Kun Agüero nada menos). Además, una encuesta del diario uruguayo El País entre doscientos periodistas del continente lo eligió como el «mejor centro delantero de América» en 2012 y 2017, integrando el Equipo Ideal de América en esos años.​

Tras un paso breve y controvertido por otros clubes (Avaí, Racing, César Vallejo), que sirvió para que sus detractores lo calificaran de “viejo” y pidieran su retiro. Pero el guerrero lo es hasta el final. El año pasado, Paolo cumplió un sueño: jugar al fin profesionalmente por el club de sus amores, Alianza Lima. A sus 41 años, no es difícil prever que el fin de su carrera se acerca, pero acaba de participar con el equipo blanquiazul en la Copa Libertadores, en la que eliminaron al Boca Juniors y en la que él demostró una vez más sus virtudes para el gol. Lo mismo se puede decir de su paso por la selección peruana, en la que este año ha vuelto a dejar su cuota de gol. Y si bien hoy no aparece un goleador como él, nos quedará el recuerdo de un excelente jugador.

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